lunes, 28 de septiembre de 2015

Para entonces alguien habrá apostado por mi.

Soy una ludópata. No paro de jugar y disfruto haciéndolo. Me arriesgo, y si pierdo sé que habrá otra oportunidad. Si gano, al haberme superado, sé que aspiraré a más.

He apostado. Nunca había apostado tanto. Será el amor. Me he arriesgado. He apostado lo más valioso. Todo lo que soy.

Has ganado. Te has ido. Yo contigo. Mis oportunidades también.

Pero... Volverás para devolverme. Será tarde. Para entonces alguien habrá apostado por mi.



jueves, 24 de septiembre de 2015

No hay nada mejor que tu presencia para trasladarme de lugar.

Éramos aficionados. Tú de mi, yo de ti. De tus besos, de tus ideas, de la cerveza.

También éramos soñadores. Todo lo que soñábamos lo escribíamos para que ese sueño permaneciera siempre.

Bebíamos. Bebíamos mucho, con el fin de tener botellas para guardar nuestros deseos.
Guardábamos todo tipo de sueños:  cumplidos, rotos y reprimidos. Cada uno en un lugar pero siempre compartidos.

Yo quería París contigo. Poder sacarte una foto al lado de la torre Eiffel y que rieses al ver mi tímida sonrisa al verte posar a través de la cámara.

Deseaba Nueva York contigo. Ver como podía llegar a ser tu Estatua de la Libertad, una de las maravillas de tu mundo.

Deseaba viajar a Grecia, el Caribe, Egipto... Deseaba todos los sitios del mundo contigo.

Ahora no necesito viajar, contigo tengo suficiente. No hay nada mejor que tu presencia para trasladarme de lugar.

martes, 22 de septiembre de 2015

¿Acaso el amor tiene límites? ¿Acaso el amor tiene edad?

¿Sabes las ganas que le tengo al viernes? Pues son las mismas que te tengo a ti. Qué bonito que seas mi fin de semana preferido y mis días de la semana.
Todos detestan el lunes, suele ser por la rutina. Eso es porque nunca han estado contigo. ¿Acaso existe la palabra rutina en tu vida? Lo dudo.
Cada día es único, igual que tú. Haces de un lunes un viernes y de la rutina un paraíso.

Puede ser que tengas años de experiencia, más que yo seguro y qué feliz me hace.

Qué inolvidable aquel día que decidimos dejarnos llevar y empezar a sentirnos. Desde entonces no recuerdo nuestra extrema diferencia de edad.

Y sí, puede que desde lejos se vean las cosas mejor, pero juro que no hay nada mejor que verte a ti cerca. Ver como somos uno y sentir que tu parte preferida de mi no es la tuya, sino la mía.

Olvidarnos de números y disfrutar de lo abstracto.

Y es que... ¿Acaso el amor tiene límites? ¿Acaso el amor tiene edad?

lunes, 21 de septiembre de 2015

La memoria es arte. 21 de septiembre, Día mundial del Alzheimer.

Todavía recuerdo la forma en la que me mirabas. No hacia falta que hablaras, tus ojos me decían todo lo que quería escuchar.
Todavía recuerdo la forma en la que me acariciabas, delicadamente, como si fuera una muñeca de porcelana.
Todavía recuerdo mi seguridad, como la de Rihanna en cualquiera de sus conciertos.
Todavía recuerdo el día en el que tu risa empezó a ser mi canción preferida.
Todavía recuerdo los pelos de punta, la adrenalina y las ganas de conquistar el mundo.
Todavía recuerdo y no olvido. Ojalá nunca dejar de hacerlo.

Soy una privilegiada. Tú también lo eres. Para qué olvidar si puedo rememorar todo lo vivido. Ellos también querrían...

Recuerda, la memoria es arte.


21 de septiembre, Día mundial del Alzheimer.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Te vi a ti, por eso te digo que lo vi todo.


¿Has visto? Da igual dónde esté, da igual dónde vaya, si te fijas siempre te agarro de la misma manera. Me encanta ser tu punto de apoyo. Nuestras manos, tus dedos entre los míos, encajando a la perfección. Dudo que sea casualidad. Te aprieto... Te aprieto con la misma intensidad que te beso al reencontrarme contigo, con esa fuerza que te permite volar hasta donde te propongas.

Cierra los ojos. ¿A dónde quieres volar hoy? Dime, que te llevo.

Se ve todo mejor desde las alturas, ¿no crees? El mar, lo superficial, la belleza, el amor... Te lo digo por la experiencia desde mi tejado. Desde mi tejado lo vi todo.

Te vi brillar como una estrella, te vi andar al compás de una bailarina, te vi reír, y sonreír, te vi libre como el mar, te vi con ganas de amar, te vi conquistándome...

Te vi a ti, por eso te digo que lo vi todo.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Placer era chocolate, pero ahora eres tú.

Placer es que des una vuelta y tu pelo desprenda ese olor que te identifica. Eso es placer.
Placer es verte girar y darme cuenta que eres igual de bonita por delante y por detrás.
Placer es escucharte hablar y saber que la palabra bonita se me queda pequeña, tanto por dentro como por fuera.
Placer es que me mires, pero más aún mirarte.
Placer es verte pisar fuerte, con deportivas como con tacones.
Placer es mi mente cada vez que estás en ella.
Placer es ganar a las cartas y también al amor.



Pero lo que sí es placer es ver cómo te sientes libre, girando mientras sonríes irradiando felicidad y mientras se mueve tu pelo desprendiendo perfume, pareciendo una escena de película mil veces ensayada.

Placer era chocolate, pero ahora eres tú.

Puede que no se vea, ¿pero quién dice que no existe el amor?

Puede que la línea blanca separe las fotos, ¿pero quién dice que no las une?
Puede que no se vean pájaros, ¿pero quién dice que no estén escondidos entre las nubes?
Puede que los cables estén para transmitir corrientes eléctricas, ¿pero quién dice que no transmitan felicidad?
Puede que los coches estén aparcados a los lados de la carretera por norma general de tráfico, ¿pero quién dice que no estén así para que podamos ensayar el día de nuestra boda?

Puede...


Puede que no se vea, ¿pero quién dice que no existe el amor?