martes, 26 de abril de 2016

Querido Machado


Los caminos se llenan de lo que tú siembras en ellos.

No hay caminos compartidos, no hay mismos caminos. Cada uno tiene la forma que tú le quieras dar.
Aquí en Madrid se ve todo más contaminado. En Andalucía se ve todo más cercano y en Guadalajara todo más perdido (o eso dicen los caminantes).

Pero querido Machado, en todos se ve que quedan estelas en la mar, en todos se ven las sendas que nunca se han de volver a pisar.

En todos se ve que para vivir es necesario amar.


domingo, 24 de abril de 2016

Domingo

Es domingo y nadie te dice lo que tienes que hacer. Te levantas tarde, con resaca y con ganas de hacer absolutamente nada. Y es lo que intentas, pero es imposible hacer nada. No paras de pensar. Y piensas en que quieres aprovechar el domingo, no recordando lo del sábado, sino viviendo este día como se merece. Sí, como lo viviste esa primera vez con doce años. Tumbada en el sofá, viendo una película y comiendo palomitas.

Desde ese día lo llamaste el día perezoso, y desde entonces esos domingos que sientes insegura, lo intentas revivir, queriendo darte cuenta que es el tiempo el que ha cambiado y no tú.

sábado, 9 de abril de 2016

Nadie mejor que tú sabe si principio o final.

He empezado desde el final. Vivo retrocediendo, avanzando. He nacido muriendo, y muero viviendo.

Giro cuando el mundo está parado, veo lo imposible, sueño en positivo, vuelvo cuando vas, lloro cuando ríes, tiemblo cuando estás firme y sé cuando crees.

Te leo los ojos, los labios y descifro tu respiración. Escribo con mi mirada en tu piel y borro con mi voz.

Estoy lejos de lo imposible, pero cerca de lo probable. Soy lo que construyo y derrumbo, soy lo que hago y deshago.

He finalizado desde el principio. Vivo avanzando, retrocediendo. He muerto naciendo, y vivo muriendo.