domingo, 24 de abril de 2016

Domingo

Es domingo y nadie te dice lo que tienes que hacer. Te levantas tarde, con resaca y con ganas de hacer absolutamente nada. Y es lo que intentas, pero es imposible hacer nada. No paras de pensar. Y piensas en que quieres aprovechar el domingo, no recordando lo del sábado, sino viviendo este día como se merece. Sí, como lo viviste esa primera vez con doce años. Tumbada en el sofá, viendo una película y comiendo palomitas.

Desde ese día lo llamaste el día perezoso, y desde entonces esos domingos que sientes insegura, lo intentas revivir, queriendo darte cuenta que es el tiempo el que ha cambiado y no tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario